Decía la vieja leyenda quiteña de ese curita picaron, que para escaparse del convento, todas las noches pisaba los hombros de un Cristo crucificado, el que le permitía cruzar hacia la calle del vicio y el pecado. Pero ahora no le voy hablar de esta vieja leyenda que aprendimos en la escuela, no, les voy hablar de la contratación pública en la provincia, de cómo mediante fraudes y “legalidades”, planificadas, se logra burlar a la ley, se hace trizas con la moral, la ética y derecho de los demás contratistas de poder acceder en las mismas condiciones a un proceso que se promedio iba a ser técnico y trasparente.
En los actuales momentos los profesionales que invirtieron años de estudio, experiencia, que realizaron inversiones en maquinarias y personal capacitado, con mano de obra local; hoy, estos profesionales están parados sin contratos, con problemas legales con los bancos, cooperativas y por ahí con algún chulquero que sobrevive en la clandestinidad; otros que recibieron el favor institucional, luego de pagar la mordida del porcentaje habitual, deben hacer procesiones diarias a los técnicos, bandos medios y finalmente la firma oficial del director y la orden del financiero, para que su platita al fin pueda ser cancelada; pero el tema no termina ahí, pues resulta que ahora son los mismos funcionarios cercanos al poder, los que a través de testaferros, o supuestos nuevos contratistas que de la noche a la mañana asoman como florecientes empresarios, con millonarios contratos. ¿Cómo se justifica entonces la empalagosa cercanía de estos “emprendedores” DEL SIGLO XXI , con el financiero, el director de Obras Publicas y algunos “ayudantes” de tercer nivel?. Para muestra bastan algunos botones, y nos volvemos a preguntar ¿Quiénes son los verdaderos contratistas del puente que se cayó en el Bomboiza,? cuanto debió costar y cuanto se terminó pagando? ¿Cómo se hizo la contratación? Claro que hoy la contraloría al menos en su informe inicial encontró indicios de responsabilidad penal en algunos funcionarios del Consejo Provincial, pero mucho ojo con los tentáculos en la capital viren y cambien el informe final, atreves de grandes coimas o del chantaje oficial.
Pedimos se averigüe si alguna institución existe al respecto, si tenemos asambleístas, que hace esa oficina que se llama Participación Ciudadana y Control Social ¿cómo hicieron o como lo están haciendo, para que el contrato de TRES MILLONES SEISCIENTOS MIL DOLARES, para el asfalto de la vía al Tin, tierra natal del prefecto? nos preguntamos además ¿ Quién o quienes están tras ese contrato?.
¿Hasta cuando seguimos sacrificando a los profesionales de la provincia, sus inversiones, a la mano de obra de maestros, albañiles y ayudantes, la inversión de ferreteros, carpinteros y toda la cadena de producción y circulación del capital que gira en torno a la obra pública?.
Esperemos que este proceso de control de los fondos del estado, no sea utilizado por unos y por otros para un manejo coyuntural, y convertir en Héroes a los villanos, ¡ CUIDADO¡, no permitamos, tapar los vicios y el atraco al erario nacional; que se haga lo que dice la ley, pero no solo para el Consejo Provincial ; en donde los recursos públicos no están en los sarcófagos sagrados sino en los profanas cuentas de amigos, parientes, que actúan de testaferros. Que la contraloría también llegue sin temor ni compromisos hacia las alcaldías Verdi aguas, así como a las multicolores que hoy coquetean con el gobierno mediante el truque de paralizar sentencias y apoyar la consulta previa para la explotación petrolera.
HASTA CUANDO PADRE ALMEIDA…..y que no nos respondan hasta la próxima campaña señor.