
Una de las images entre las tantas que se difundieron y llamaron la atención del 1 de Mayo del 2015, es la de un sacerdote joven, que lleva gafas obscuras, sombrero blanco y alza cuello, parado en una esquina y que parece, atrás de su gafas, estar atento a los movimientos de algo o alguien.
Sectores simpatizantes con la oposición, no tardaron en referirse a la persona de la foto, el sacerdote, como un espía. La historía terminó allí, hasta que recientemente, y gracias a las redes sociales que empiezan a ser indispensables alternativas de comunicación para las masas que no pueden disponer de espacios en radio, prensa o televisión, circuló otra foto, esta vez la del coronel Cesar Carrión, quien estubo preso por hechos relacionados a la sublevación policial de Septiembre 30 del año 2010, en la cual este aborda al sacerdote, mismo que parece huir dejandolo con la mano estirada.

El señor Carrión, había acudido a participar de las marchas del 1 de Mayo junto a su familia y noto que dos sacerdotes los observaban y tomaban fotos, al hacercarse a uno de ellos, este huyo de manera precipitada, dejando incluso caer el sombrero en el suelo, conforme lo indica en una misiva dirijida al arzobispo de Quito, monseñor Fausto Traves en la cual denuncia con nombres y apellidos a la persona que en la foto funge de sacerdote.
