En la actualidad se desarrolla una campaña a nivel nacional sobre la estrategia de los 1.000 días, es decir la atención integral que ofrece el Ministerio de Salud Pública, MSP, con relación a la atención a la mujer embarazada y mantener un estado nutricional adecuado en el niño desde el momento de la gestación hasta los dos años de edad.
Inés Erazo, Nutricionista del Hospital General de Macas, explica que “el propósito de esta atención es el prevenir problemas graves de desnutrición, especialmente la desnutrición aguda que es la que más afecta a la niñez”.
En todos los Establecimientos de Salud Pública se trabaja en campañas intensivas sobre los 1.000 días, que implica la atención ginecológica, controles en la salud de la madre acompañada con salud nutricional, alimentación adecuada durante el embarazo, promoción de la lactancia materna exclusiva, prácticas integrales del parto y la alimentación complementaria a partir de los 6 meses, además de la alimentación preescolar hasta los dos años, todo esto para disminuir los índices de desnutrición que es un factor que afecta a un importante sector del país.
La referida profesional agrega que “es necesario que la madre ingiera una alimentación equilibrada; dentro de los grupos de alimentos que debe ingerir una mujer embarazada están los lácteos que aportan calcio, fósforo, magnesio y vitamina D, entre otros elementos que fortalecen el sistema esquelético del bebé y evita la descalcificación de los huesos de la madre durante el proceso de gestación”.
Durante el primer trimestre del embarazo la madre debe ingerir 3 porciones de lácteos y ocho vasos de agua al día, dentro de las 5 raciones diarias de alimentos, cuidando que no contengan el 100% de grasa para evitar el exceso de grasas saturadas.
En caso de tener intolerancia a la lactosa se recomienda consumir la leche deslactosada o la leche de soya que cuenta con importantes cantidades de nutrientes.
La profesional señala que “a medida que avanza el período de gestación en la madre, en el tercer trimestre su apetito aumenta por lo que se considera necesario controlar el consumo de grasas de origen animal y frituras que perjudican el proceso normal del embarazo”.
En cuanto al consumo de café, alcohol y drogas, la especialista manifiesta que “el café, no es aconsejado en el embarazo, así mismo el consumo de bebidas alcohólicas o drogas ya que están relacionadas con malformaciones genéticas como el labio leporino”
Para terminar Erazo afirma que “para asegurar que el bebé nazca sano depende de los cuidados y la alimentación de la madre, evitar el consumo de drogas o medicamento sin la prescripción médica correspondiente, no frecuentar lugares de diversión en donde se consume cigarrillo”.
La planificación familiar constituye un factor necesario para tener un buen embarazo, un parto exitosos y un niño saludable.