El gobierno de Trump sigue con las políticas anti-inmigrantes, ahora quiere dejar en la calle a inmigrantes indocumentados que viven los edificios de viviendas públicas.
La nueva propuesta del Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) busca desalojar de apartamentos de viviendas públicas a los inmigrantes indocumentados.
Aunque legalmente estas viviendas de bajo costo solo se entregan a personas con ciudadanía o residencia, muchos conviven con sus familiares indocumentados.
Según informes, el gobierno piensa implementar la medida exigiendo a todos los residentes de viviendas públicas menores de 62 años someterse a una evaluación del Departamento de Seguridad Nacional.
Cualquier hogar con inmigrantes indocumentados podría perder su vivienda después de 18 meses.
De acuerdo con Daniel Altschuler, miembro de la organización pro inmigrante, Se Hace Camino Nueva York: "Es muy lamentable y asqueroso, para decir la verdad, que esta administración está buscando otra medida, otra forma de atacar a la comunidad inmigrante. Aquí en Nueva York sabemos que hay una crisis de vivienda asequible en las comunidades inmigrantes".
Según el secretario de HUD, Ben Carson, existe una increíble demanda de viviendas y quieren que aquéllos que tienen derecho legal de recibir sean los beneficiados.
Sin embargo, para muchos, la medida es inhumana y afecta a los más vulnerables: "Está demasiado en contra de la gente sin documentos, de la gente, casi indefensa se podría decir, ya? No está bien, ojalá que alguien haga algo que se levante el pueblo, para defender por nuestra gente, por nuestra gente latina".
El Congreso ahora tiene 15 días para revisar la propuesta antes de pasar a un periodo de comentarios públicos, mientras organizaciones pro defensa de los inmigrantes dicen que lucharán contra la propuesta en los tribunales.
