En su testimonio, el agresor aceptó su responsabilidad en el hecho
Cuenca, 26 de septiembre de 2019.- La tesis de la Fiscalía, dentro de un caso de violación de padre a hija, fue demostrada ante los jueces del Tribunal de Garantías Penales de Azuay, que sentenciaron a Carlos Freddy C. a veintinueve años y cuatro meses de privación de libertad.
También deberá cancelar un monto económico a la víctima, como reparación integral.
En audiencia de juicio, la fiscal Valerie Rojas expuso que el hecho ocurrió el 7 de agosto de 2018, dentro de la vivienda del sentenciado, en Cuenca.
La joven, quien no había convivido con su papá, fue llevada con engaños hasta este lugar, donde fue agredida sexualmente.
Luego, Carlos Freddy C. trasladó en su vehículo a su hija hasta el domicilio de ella. En el trayecto, la víctima grabó con su teléfono celular una conversación con su padre, en la cual él admite el hecho.
Al llegar a su casa, la joven les contó lo sucedido a sus familiares, quienes acudieron hasta una unidad de la Policía y trasladaron a la joven a un hospital, donde recibió atención médica.
La Fiscalía sustentó la acusación con los testimonios de la víctima, de varios familiares y de agentes de Policía que tomaron procedimiento el día de los hechos: detuvieron al sentenciado y efectuaron el reconocimiento del lugar.
A esto se sumó el testimonio del médico del hospital que practicó el examen ginecológico, mismo que demuestra la agresión sexual; así como el testimonio de una funcionaria de la Fiscalía que efectuó la pericia psicológica y concluyó que la joven presenta estrés postraumático asociado con el hecho.
Durante su testimonio, la perito en genética y biología forense aseveró que en los hisopados tomados del cuerpo de la víctima el día de los hechos, se encontraron fluidos corporales del sentenciado.
