No pudo seguir estudiando y ayudaba a su mamá que se gana la vida limpiando casas, oficinas y apartamentos entre otros.
Edison Torres Angamarca de 22 años intentaba buscar trabajo sin fortuna. Los requisitos eran exigentes pues pedían hasta estudios de tercer nivel. Dejaba la carpeta en diferentes lados, pero nadie lo llamaba.
Buen hijo como era, ayudaba en los quehaceres de limpieza a su madre con quien vive en Totoracocha, Cuenca.
El 16 de Enero del 2020, tratando de preparar algo de comida para su familia, prendió un fósforo para encender la cocina a gas. Había una fuga y estalló.
Sufrío quemaduras de segundo grado en sus manos y en su rostro. Afortunadamente, ese momento llevaba puesto lentes y esto, evitó que la explosión los reviente.
Fue trasladado de emergencia al Hospital del Seguro, en donde han cuidado de el, pero necesita tratamiento para reconstruir partes de su cuerpo.
