Un abrazo de su ser querido, fue todo lo que el menor, perdido a medianoche, en la selva, necesitó para ahuyentar de si todos los temores que lo inundaban en la obscuridad y misterio de la selva.
Eran horas en las que los animales salvajes salen a buscar comida. El oriente aún guarda misterios y uno de ellos es el de la boa, que se alimenta de humanos facilmente.
Una pista que sirvió a los rescatistas para asegurarse que iban por buen camino, buscando al niño era literalmente, tratar de encontrar una aguja en un pajar y quizá peor, por la inmensidad de la selva y la obscuridad impenetrable de la noceh+
El río Bomboiza es un gigante de la amazonía, su rubor es hipnóitico y dicen que atrae, a sus aguas a quienes se dejan encantar para devorarlos. Así, el niño, en obscuridad todtal merodeaba las riveras, desorientado, con el corazón palpitante y acelerado. Todo parecía perdido para el.
Allí, con las esperanzas en el suelo, luego de horas de tiniebles y sonidos de insectos nocturnos, una voz, varias voces, llamando su nombre. Luego formas rojas, verdes, policías, bomberos, amigos, su madre, el abrazo interminable Ya todo a pasado.
El siguiente, es un parte del Cuerpo de Bomberos de Gualaquiza en su cuenta de Facebook:
