Este perrito mostraba tristeza infinita en su tierna mirada. Su vida también terminaba ya que quien le daba cariño y cobijo, su octogenaria dueña, acababa de morir atropellada frente a sus ojos.
La mujer de ochenta años no tenía hijos. Había enviudado hace muchos años. Solamente se tenían el uno al otro. Familiares lejanos se harán cargo de brindar cristiana sepultura a María. Y su única hermana también de avanzada edad, se hará cargo de su mascota.
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La desgracia ocurrió en el sector de Tuntataco. En medio de la llovizna y sobre el pavimento yacía el cuerpo sin vida de Rosario Quinzo de 80 años. Se presume que la adulta mayor cruzaba la vía para dirigirse a sus labores de campo, cuando fue embestida por un automóvil cuyo conductor luego del incidente fue aprehendido por los comuneros.
La policía trasladó al conductor a Riobamba para las investigaciones. Mientras que el cuerpo de la desafortunada posterior a las pericias de campo lo llevaron hasta la morgue para las experticias de ley. (Fb) Darwin Danilo Altamirano Baños
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