Conmovedoras escenas se vivieron la noche de hoy Domingo 24 en el Hospital Básico Limón cuando la sirena de la ambulancia del Cuerpo de Bomberos, rompió la tranquilidad de la noche en las calles de la ciudad.
Traían a una bebé de tan solo un año tres meses de edad, quien a eso de las 7:10 de la noche, había digerido un trozo de pan, atragantándose en el mismo.
Los padres, adolescentes, viviendo el infierno en vida mientras esperan ser notificados con la peor noticia que un ser humano pueda soportar. aún tienen una pizca de fe...
El hecho había ocurrido en el cantón de San Juan Bosco, parroquia Pan de Azucar, sector, proximidades de la Finca de los Marines. Los padres, todavía adolescentes (la madre tiene 16 años), no atinaron como manejar la situación y al perder la niña la consciencia, procedieron a llamar a un vecino para que los auxilie.
Un bombero se quiebra. La muerte de la niña en sus brazos rompe su cordura
Se encontraron en el camino a la vía principal, avanzando en la obscuridad de la noche, entre matorrales y llanto, con el fruto de sus entrañas en sus brazos, alumbrándose con una linterna, a encontrar a un taxi que habían llamado para trasladar a la infante hacía el cantón Limón, a aproximadamente una hora y treinta minutos donde ocurrían los hechos.
También habían llamado al Ecu 911 quienes notificaron del hecho a eso de las 8:13 PM a los Bomberos de Limón.
La camioneta que traía tierna víctima, encontró a la ambulancia en el El Progreso. Cuando trasladaron a la bebé a la ambulancia, ella ya no tenía signos vitales pero los bomberos, aplicaron todas las técnicas de reanimación para tratar de revivirla hasta llegar al hospital, sin embargo, el monitor marcaba linea horizontal.
La ambulancia que trajo la niña, ya sin vida a Limón. En caso de emergencia, por favor llame directamente al Cuerpo de Bomberos del Cantón Limón: 2770102
En el Hospital Limón, ingresaron a emergencia y en la habitación, cubierta de una cortina, junto a los médicos, continuaron los esfuerzos de reanimación.
Los padres, en la sala de espera, estaban en shock y eran un mar de llanto. Cada segundo era un tormento en vida.
Finalmente salió una enfermera a hablar con el amigo que acudió al llamado de auxilio en la finca.
Con mirada seria y lenguaje corporal que indicaba que la niña no tenía posibilidad de sobrevivir, explicó que, en caso de que no logren reanimar a la niña, los padres deben de esperar al día siguiente hasta que llegue el fiscal. Dijo que ahora, Limón ya tiene un médico forense y al menos este suplicio de esperarlo para que llegue de Méndez u otro cantón era cosa del pasado.
Indicó también que si no tenían donde hospedarse hasta el día siguiente, existe un hogar de acogida del hospital listo para ellos.
Técnicas de reanimación aplicadas por los galenos, no dieron resultado. La niña ya había fallecido mucho antes de ser recogida por los bomberos de Limón
Los rezos seguían. Pidiendo a Dios clemencia para que la bebé, reviva.
Por favor, revise este video, podría salvar la vida de sus niños
Había silencio en la sala de espera, hasta que el bombero Cristian Coronel salió de la habitación. No dijo nada, fue atrás de la ambulancia y estalló en llanto: "pudimos salvarla, pudimos salvarla", exclamaba ahogándose en sus lágrimas mientras era tranquilizado por uno de sus compañeros que atendieron la llamada.
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Repentinamente, los gritos de la madre retumbaron el área del hospital. Eran aullidos de dolor. Ella sentía su ser, ser macheteado. "Quiero irme con mi hija, déjenme ir con mi hija!", decía ya fuera de si, mientras trataban de calmarla. Luego, salió como zombi afuera, a la obscuridad del área circundante al hospital.
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Mas tarde, salió una silueta blanca, y otra azulada, como flotando, fantasmagóricas, llevando el tierno cuerpo de la bebé cubierto de una manta, con dirección a la cama de metal de la fría morgue. Allí, está la niña ahora. Se llamó en vida Mélany Yupangui Romero.
Un ángel, descansa esta noche en la fría mesa de metal de una morgue