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CHURONITA LLEGA A CUENCA LUEGO DE 20 AÑOS



Una lluvia de pétalos de rosas acompañaron el paso de la imagen de la Virgen del Cisne que ayer volvió a Cuenca luego de 22 años. En 1993 hizo su primera visita con motivo de la tragedia de La Josefina (macrodeslizamiento y represamiento del río Paute que dejó incomunicados a los cantones nororientales y provocó cuantiosas pérdidas) La procesión de ayer inició en la iglesia de San Roque, al sur de la ciudad. Cánticos, música y hasta lágrimas fueron las demostraciones de fe de los miles de devotos que se dieron cita para seguir los pasos de “La Churona”.

Como una verdadera retribución a la fe del pueblo cuencano, la Virgen del Cisne llegó luciendo el traje de la Chola Cuencana, que incluía el sombrero, la pollera, la blusa bordada, el paño y una rosa blanca en su mano. Mientras que el Niño Jesús que lleva en brazos lució también un traje de cholo que incluyó hasta las alpargatas. En medio de una calle de honor, imposible de controlar para los miembros de la Policía Nacional y al personal de la Guardia Ciudadana, la imagen drecorrió la plaza de San Roque hasta ubicarse en una plataforma que la aguardaba en la avenida Loja, desde donde inició su recorrido hasta la iglesia de la Catedral de La Inmaculada, en el Centro Histórico, donde permanecerá hasta mañana.

La imagen avanzó rodeada de personal motorizado de las instituciones de seguridad, quienes intentaban controlar a las miles de personas que no dejaban de empujarse en su intento por estar más cerca de la Virgen. Un verdadero rio de gente se formó a lo largo la avenida Loja y se extendió hasta la calle La Condamine. Las autoridades eclesiásticas decidieron retirar la urna de metal y vidrio para que “sienta aún más el afecto de los cuencanos”. La presentación de la imagen estuvo a cargo de Monseñor Luis Cabrera, Arzobispo de Cuenca. Faroles, rosarios, cirios, afiches y un sin número de objetos sirvieron para que los fieles alabaran a la Virgen, quien durante todo el trayecto estuvo escoltada por Monseñor Alfredo José Espinoza, Obispo de Loja.

Bandas

Seis bandas de pueblo acompañaron el recorrido de“La Churona” cada una de ellas entonaba melodías de alabanza a la Madre de Dios, familias enteras se agruparon para rezar el rosario, mientras que otras cantaban sus propias melodías acompañadas de guitarras.

Todo acto de fe era válido para celebrar la visita de la Virgen, a quien los fieles no dejaban de agradecerle por los favores recibidos. Juan Guevara, en su silla de ruedas, buscaba espacios un poco alejados de la multitud, para continuar su trayecto. “No importa estar lejos de ella, porque su amor es infinito y con su manto bendito nos cubre a todos. Lo importante es estar con ella en un día histórico donde Cuenca tiene la dicha de contar con su presencia”, comentó mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

El recorrido continúo por la calle Larga, la Padre Aguirre y la Sucre hasta llegar a la Catedral donde el Monseñor Luis Cabrera celebró la eucaristía. Ayer el principal templo de la ciudad permaneció abierto hasta las 22:00 para que los católicos puedan visitar a la Virgen que retornará a Loja mañana, luego de la Misa de Acción de Gracias. Hoy están programadas celebraciones eucarísticas durante todo el día. El Mercurio.

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