Las huellas de un zapato izquierdo manchado de sangre recorren cuatro calles del barrio latino y parecen ser evidencia de los últimos pasos de Héctor Fernández, el ecuatoriano que fue hallado sin vida en su apartamento del Jackson Heights la mañana del lunes con una herida en la rodilla.
José Quito, primo de Héctor Fernández, comenta: "No se puede imaginar porque es muy difícil. No se esperaba esto pero... ¿qué más nos queda? Es enfrentarnos a este dolor".
Su muerte, aún bajo investigación, fue certificada a eso de las 8 de la mañana también conmocionó a amigos y vecinos.
Vecinos del área opinaron al respecto: "La sangre viene desde allá desde el Warren Street, toda la 37, la 37 hasta aquí en la 93, y me parece que entró al apartamento de la 35 con la 93 porque hasta ahí estaban hace rato los detectives".
Su familia recuerda al trabajador inmigrante como un hombre tranquilo y de gran corazón que llegó de su natal Cuenca a nuestra ciudad hace 22 años.
"Una persona muy buena, admirable, bastante educado. La personalidad de él era bastante, bastante respetuoso", recuerda Quito.
Sumidos en la pena, esperan poder obtener visas humanitarias para los padres de Héctor.
"Pensamos que vengan ellos a que desde aquí lo acompañen, o si no se puede, pues lo mandamos para allá", añade su primo.
De acuerdo con los deseos de la familia, el Consulado ecuatoriano se encuentra ya en comunicación con los deudos para poder asistirlos en la repatriación de los restos de Héctor al país que lo vio nacer.
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