"Walter White de Iowa' fue ejecutado por los asesinatos de cinco personas en 1993, marcando la tercera ejecución federal esta semana después de que su amigo supremacista blanco del corredor de la muerte Daniel Lewis Lee fue el primero en ser ejecutado en 17 años.
Dustin Honken, de 52 años, recitó un poema de un sacerdote jesuita antes de ser ejecutado por inyección letal en la penitenciaría de Terre Haute en Indiana el viernes por la tarde, después de que un juez rechazó su solicitud a principios de esta semana por un retraso en su ejecución debido a la pandemia de coronavirus.
Honken, que pasó de ser un estudiante de química nerd a ser un capo y asesino de metanfetamina, fue sentenciado a muerte en 2004 por los brutales asesinatos de cinco personas, incluidos dos niños e informantes del gobierno.
Su ejecución se produce cuando el Fiscal General William Barr avanza con las ejecuciones antes de la carrera presidencial de 2020 después de una pausa de 17 años que comenzó con Lee Tuesday, seguida de la ejecución del asesino del 'martillo de garra' Wesley Purkey el jueves.
Dustin Honken es conducido por alguaciles federales a un automóvil en espera después del segundo día de selección del jurado en un tribunal federal en Sioux City, Iowa, en 2004. 'Walter White de Iowa' fue asesinado por los asesinatos de cinco personas en 1993 el viernes.
POEMA DE LA CAMA DE LA MUERTE DE HONKENS: Heaven-Haven por Gerard Manley Hopkins, SJ.
He deseado ir
Donde los resortes no fallan,
A los campos donde las moscas no tienen granizo agudo y lateral
Y soplan unos lirios.
Y he pedido ser
Donde no vienen tormentas,
Donde el oleaje verde es en los paraísos tontos,
Y fuera del columpio del mar.
Había estado condenado a muerte desde 2005 condenado por los asesinatos de Greg Nicholson, Terry DeGeus, Lori Duncan y sus hijas Kandi, de 10 años, y Amber, de 6, en Mason City en 1993.
Honken fue declarado muerto a las 4.36 p.m. EDT por el forense del condado de Vigo.
El asesino, que siempre mantuvo su inocencia de los asesinatos e hizo una larga declaración de su inocencia en su sentencia, fue a la tumba sin confesar sus crímenes.
Honken no pudo mostrar ningún remordimiento ni abordar sus crímenes o las familias de las víctimas en sus últimas palabras en su lecho de muerte.
En cambio, recitó un poema del poeta inglés y sacerdote jesuita Gerard Manley Hopkins llamado 'Heaven-Haven' y luego simplemente dijo: 'Dios te salve María, Madre de Dios, ruega por mí'.
El abogado de Honken, Shawn Nolan, dijo que su cliente se había arrepentido de sus crímenes y era un católico devoto que "se preocupaba por todas las personas con las que tuvo contacto" en la prisión.
